Este último sábado día 29 de noviembre nos volvimos a reunir en la cafetería Babel de Alcantarilla. Como novedad diré que acudieron a la cita cuatro nuevas tejedoras a las cuales esperamos en la próxima: Bel, Pepita, María José y Doris. Faltaron algunas de las asiduas y las echamos de menos, esperamos que puedan asistir en la siguiente reunión.
Carmen nos trajo un montón de creaciones. Este bolso vintage es el capricho de toda romántica que se precie.
Carmen también nos enseñó dos conjuntos compuestos de delantal y pico. Solamente hice las fotografías de uno de los conjuntos, qué pena que el otro se me escapó.
Aquí estoy yo con varios de los chales South Bay que he tejido para este invierno. No son muy grandes porque los quiero utilizar a modo de bufanda. Este en color azul azafata lo tejí para mí, al igual que el siguiente en color lila. En cambio, el fucsia que está sin terminar, es para mi hija que tiene muchas camisetas que llevan este color y así le tapará su cuellecito por las mañanas y por las noches.
Ana trajo el lolapeysa que ha tejido para ella, a falta de terminar el cuello. Me encanta.
Bel nos enseñó su práctico costurero, al cual no le falta detalle. Nos encantó a todas.
Pepita nos enseñó sus amigurumis. La combinación de colores los hace muy reales consiguiendo hacer las delicias de mayores y pequeños.
Mercedes trajo su Lalaloopsy. Al lado una muñeca cuadrada que creo que era de Pepita.
Este muñeco es una monería.
Pepita también nos enseñó este proyecto de ganchillo tunecino que es una maravilla por los colores y por cómo está quedando.
Lucy está tejiendo una falda para su hija. Es una monada.
Y aquí estoy yo otra vez empezando a tejer un gorro ¡¡con agujas circulares!!. Por fin las he estrenado después de tres años desde que las compré. No es nada fácil montar los puntos y tejer me dio la impresión de ser más lento que con las agujas tradicionales. Las pautas me las fue dictando mi querida maestra Ana y, como siempre, sus enseñanzas son todo un tesoro.
Detrás de mí está Ana S. que empezó una bufanda para su hijo en color morado. Ya es una alumna aventajada en el mundo del punto. También se llevó una de sus estupendas mochilas personalizadas que tenía que terminar pero se me olvidó hacerle la correspondiente fotografía.
Cuantas cosas bonicas, que pena no a ver podido ir. Espero ir a la próxima y conocer a todas esas tejedoras nuevas. Un beso Reme
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