domingo, 4 de agosto de 2013

Lectura "El Salón de Ámbar" de Matilde Asensi.



Sinopsis.- Un grupo de expertos ladrones de arte denominado el Grupo de Ajedrez utiliza uno de los monasterios de Ávila, donde las monjas alquilan celdas a modo de guardamuebles, para guardar las obras robadas hasta que se las entregan al comprador. Reciben un encargo de Vladimir  Melentyev para robar un cuadro del pintor ruso Ilia Krylov. Sin embargo, este trabajo tan rutinario no está exento de misterio ya que nuestra protagonista, Ana Galdeano, descubre en dicho cuadro una pista que le lleva a descubrir que lo que en realidad busca Melentyev es localizar el famoso Salón de Ámbar que fue robado por los alemanes en la Segunda Guerra Mundial. 

Los personajes de esta historia son muy diversos. Así:
- Ana María Galdeano, tiene una tienda de antigüedades en la ciudad de Ávila (es el Peón del grupo, es decir, la mano ejecutora de los robos).
- Su criada Ezequiela.
- Su tía Juana Galdeano, monja del monasterio de redentoristas filipenses.
- Príncipe Philibert de Malgaigne-Denonvilliers (Roi, el Rey, el director de la orquesta).
- Julia Volontieri (Donna, la Dama).
- Heinz Läufer (el Alfil).
- Rook (la Torre).
- José da Costa-Reis (Cavalo, el Caballo).
- Amália, la hija de Cavalo.

Impresión personal.- La novela me ha gustado ya que la historia del Salón de Ámbar siempre me ha llamado la atención desde que era pequeña y me ha servido para recordar su historia. 
Fue construido por el artista danés Gottfried Wolffram a principios del siglo XVIII, durante el reinado del primer rey de Prusia, Federico I, y era utilizado como habitación de fumar en el palacio de Charlottenburg, en Berlín. Era un revestimiento de 55 metros cuadrados de placas de ámbar semitransparente procedente del Báltico. También se realizaron en el mismo material los muebles, los mosaicos y los accesorios.
En 1716 el zar Pedro I el Grande visitó en su palacio berlinés al nuevo rey pruso, Federico Guillermo I, y quedó maravillado por el Salón de Ámbar. Prusia, en ese momento, se encontraba en guerra con Suecia por el territorio de la Pomerania, yentonces Federico Guillermo le regaló a Pedro el Salón a cambio de un ejército de granaderos armados.
El Salón fue temporalmente instalado en el Palacio de Invierno de San Petersburgo (ciudad fundada por Pedro I en 1703 y convertida en la capital de Rusia en 1715). Poco después fue trasladado al Palacio de Katarina en la actual Pushkin, conocida entonces como Tsarskoie Selo o ciudad de los zares. En este palacio los paneles de ámbar no eran suficientes para recubrir la totalidad del nuevo espacio, así que el artista Carlo Rastrelli y su ayudante Martelli trabajaron durante cinco años para adaptar el Salón barroco original a su nueva ubicación, enriqueciéndolo con un cielo raso abovedado bañado en oro o el suelo de maderas tropicales con incrustaciones de nácar. En octubre de 1941, tras la captura de Leningrado por el ejército alemán, el Salón de Ámbar fue desmontado y trasladado a la ciudad de Königsberg, capital de la Prusia Oriental. 
Tras los intentos fallidos del gobierno ruso por localizarlo, éste decidió realizar una réplica con la ayuda de fotografías en blanco y negro y con al menos seis toneladas de ámbar. Los trabajos comenzaron en 1979 y finalizaron en el año 2003, inaugurándose ese año por el presidente ruso Vladimir Putin y el canciller alemán Gerhard Schröder, en el Palacio de Catalina en la ciudad de San Petersburgo.

2 comentarios:

  1. Vaya, no había oído hablar de este famoso salón. Cada día se aprende algo. Muy interesante Reme.
    Un beso.

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  2. Hola Ana. Cuando quieras te lo dejo. Un beso.

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